Mi maestro afirmaba que “desilusionarse es siempre un proceso doloroso” que ese proceso podía ser más largo o más corto, dependiendo del tiempo en que la persona descubre que vive una ficción. Por otra parte, mi bisabuelo afirmaba que “en esta vida todo es ilusión y sueño” que por más que el hombre se empeña en descubrir nuevas fronteras, sólo descubre su pequeñez. Decía a finales del siglo diecinueve que, con sus avances científicos y tecnológicos, descubrió sólo que “nuestra mansión” es menos que un grano de polvo en el firmamento. Seguir leyendo DESPERTAR ES DESILUSIONARSE