NAMRÁ EL INMORTAL

Por Nicomedes Zuloaga P. (Armán Arkaúm)

No es una narración fantástica sobre el mito cristiano, pretende describir un periplo de reencarnaciones históricas que muestran el camino del crecimiento paulatino y la verdad.
La historia que voy a relatar es una historia secreta. Se trata de la historia secreta de mi historia. He vivido en todos los continentes. Recuerdo todavía las otras dos lunas de la tierra, en una época tan remota que, los grandes monumentos de la tierra de Mú, conservan sólo una lejana semblanza con la grandiosidad y el prodigio que asombró a las civilizaciones olvidadas. Sé donde se encuentran esos vestigios. Los he visitado recientemente. Mi recuerdo es tan largo que, ni siquiera, me queda nostalgia al reencontrarlos. Se trata de una enseñanza que está oculta en los archivos de la eternidad y que representa la base de toda salvación. Es el camino que puede dirigir, al que busca la verdad, por una senda que sólo se puede transitar en el silencio de las profundidades del ser. Seguir leyendo NAMRÁ EL INMORTAL

ARTISTA, EL BUSCADOR ERRANTE

Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)

NAPOLEON GRAZIANI
En un País tan exagerado y calumniador. Tan dado a lo superficial e intrascendente. A lo inmediato. Al desprecio de lo que pretende profundizar y penetrar más allá. Napoleón toma el camino del arte conceptual cuando pensábamos que el arte conceptual, concretamente el arte cinético, estaba ya muerto y enterrado, o casi muerto. Es valiente. El verdadero artista es un buscador errante. Busca en su arte las respuestas que escapan, muchas veces, a las trampas del intelecto.

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Homenaje a Pomponio, mi primer maestro

Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)Recuerdo haber llorado a Pomponio por muchos días. Creo que la muerte de Pomponio, no me atrevo a decir que fue su pase al Oriente Eterno, pero si, al cielo de los perros que, de seguro existe (Creo que Campanita, una perrita Dobermann enana que murió ahorcada, accidentalmente, está tambien en ese cielo).

Pomponio fue mi mejor amigo. Pasaba horas en el amplio jardín correteando, cazando grillos y lagartijos con Pomponio. A veces, me acompañaba cuando paseaba en el burro de Teodosio. Creo que era un “braco” o algo así. De raza cazadora. Orejas largas, manto marrón oscuro y pecho blanquecino mosqueado. Tenía una mancha blanca en la punta de la cola que, a lo lejos, parecía una “curita”. Seguir leyendo Homenaje a Pomponio, mi primer maestro