Diosa atlántica de dos mundos, reina oculta de una isla bella y misteriosa. Calipso era hija del Atlas. Cuando los Olímpicos ganaron la guerra fue castigada con el abandono. Ulises llegó hasta la cueva de Calipso y se dejó seducir por por sus encantos hasta quedar literalmente atrapado, o encantado, entre otras cosas, por el ofrecimiento de la vida eterna. Herencia del griego para ser universal. Cada mil años conoce el amor para ser infinitamente abandonada en su cueva ante el amor de Ulises que regresa a su tejedora. Calipso azul, madre del mar Latino, teta descomunal que gesta las aguas de nuestro amado océano.