VENEZUELA OPTO POR LA IGUALDAD

Por Nicomedes Zuloaga P.

De verdad pensé que Venezuela votaría por la reconciliación, pero no, la mayoría de los venezolanos, votó por la igualdad y la confrontación. Hay que asumir que tenemos dos Venezuelas. Una, la abandonada, la sin dientes, discriminada, despreciada y engañada de siempre que, con Hugo Chávez, se sintió representada, al principio y, después, recompensada. No importa como. Con las Misiones que distribuyeron una parte de la riqueza petrolera, con Mercal que puso alimentos de la cesta básica al alcance de la Venezuela abandonada y pobre. Con la voz que dio a las culturas originarias y, a las etnias afro americanas que, habían perdido, en el encuentro con la civilización europea. Llegaron como esclavos y, lamentablemente, siguieron haciendo los mismos trabajos y recibiendo los mismos maltratos después del final de la esclavitud.  También dio voz y voto a otro estamento que tradicionalmente había sido apolítico, los militares que, con este gobierno, conformaron una nueva clase política gobernante; así mismo, los políticos de “izquierda” que lograron conquistar e “ideologizar” a la revolución y a las fuerzas armadas. Y, por último, con empresarios que han logrado sobrevivir y “acomodarse” o “surgir” en la nueva era de una ¿dictadura democrática? y parte de la “clase media” que, desde el comercio reactivado por la redistribución de la riqueza petrolera, ha mejorado su situación. 

Para entender lo que ocurrió en las elecciones, hay que tener el valor de abandonar nuestro punto de vista, el de la Venezuela cómoda y nuestras expectativas y deseos, para conectarnos con las expectativas y deseos de la otra Venezuela. El que pretenda enfrentar el chavismo debe conocer sus logros y asumirlos. Enfrentar lo criticable y sanar la bronca del pueblo. Entender que Chávez es un extraordinario contendor político que, además es VENTAJISTA.

La UNESCO considera que erradicó el analfabetismo y que las Misiones de salud, educación y vivienda han calado en el pueblo y han cumplido una función importante. A nivel internacional se acepta que, durante el chavismo el desempleo bajó del 14,5% al 7,6%  y la mortalidad infantil del 20 por mil al 13 por mil y la pobreza extrema del 23 por ciento al 8,5 por ciento!

Claro, no todo en el chavismo es éxito. Las cifras de asesinatos es, por decir lo menos, espeluznante. La inflación conspira con la distribución de la riqueza que se impuso por medio de las misiones y el descomunal crecimiento del Estado. Las persecuciones a la empresa privada, el cierre de los medios de comunicación, el desprecio y el insulto como norma, la descalificación y persecución de la disidencia y la implantación del modelo a la mitad de la población que no o comparte y el odio y la lucha de clases, es una doctrina extemporánea, innecesaria y cruel en un mundo donde las ideologías son mera cháchara que oculta el resentimiento y la bronca. Sobre todo, en un país con ingresos petroleros que sobrepasan los 30.000 millones de dólares, la confrontación y la diatriba no tiene sentido.  Amedrentar a los disidentes puede justificarse en el campo de batalla, pero no entre hermanos que piensan diferente y el VENTAJISMO político que ha generado el control de los medios audiovisuales ha convertido al gobierno en el “manipulador mediático” que tanto criticó a los medios privados. Todos estos abusos e incongruencias son de tal magnitud que desvirtúan el carácter democrático de la contienda.

El VENTAJISMO que garantiza el triunfo electoral es el tamaño del Estado. Hoy día, los empleados públicos son más de ocho millones y medio. Por eso, no creo en un fraude electoral de gran magnitud. En realidad, hubo un millón de valientes servidores públicos que se atrevieron a votar nulo o que votaron por Capriles. Todo este sistema en el cual hay favorecidos, redunda en el sacrificio de la libertad a cambio de un igualitarismo uniformPara tener acceso a los salarios de las Misiones hay que ponerse la camisa roja y ser miembro del PSUV. Eso es cruel y muy poco ético. Durante su primera campaña electoral el ataque al clientelismo político fue una de las banderas de Chávez, pero todo se olvida. Los logros son indudables, pero el precio ha sido la libertad.

Es lamentable que tengamos un país dividido pero, si queremos entender el problema, todos debemos abandonar “nuestros cuarteles” y avanzar hacia la tolerancia y comprensión que es ajena a los odiosos. El odioso es el resentido social discriminado, pero también el discriminador. El que se cree superior por no sé qué. Porque se cree blanco, cosa siempre dudosa en Venezuela, o moreno, o porque tiene una abultada cuenta bancaria, o poder político o goza de algunos privilegios. Lo cierto es que, la gente, piensa primero en su bienestar ¡qué cosa! Es la condición humana que trasciende los estamentos sociales .

 La mayoría, de ambos bandos, no entendió el mensaje del joven  candidato Capriles.  Es difícil entender que, en el mundo, puede  existir un espacio para el entendimiento. Un camino del medio. Una de las taras que nos limitan el acceso al camino del medio es el concepto del bien y del mal y la satanización del adversario porque es “malo”.

El bien y el mal. Qué dilema.»Lo que es bueno para el lobo, es malo para  el cordero, lo que es bueno para el cordero, es malo para el lobo».

 No tengo tantas respuestas. Creo que la cosa es más profunda y evidente. Pero tenemos que dejar nuestro punto de vista y acercarnos a la verdad que ven los del otro lado. En eso acertó Capriles, pero al mirar las expresiones de los que votaron por el, está claro que muchos no pretendían reconciliación, sino venganza. La mayoría de los venezolanos votaron por las indudables conquistas sociales que han alcanzado.

Lo más sensato es hacer un esfuerzo y mirar el mundo, como si no fuésemos nosotros. Eso es la impersonalidad. Dejar a un lado nuestro PUNTO DE VISTA. Ese era el fondo de la propuesta de Capriles.

Hay una extraña, pero interesante doctrina oculta que afirma que, todos los hombres somos uno. No teóricamente, sino literalmente uno. Que podemos transmigrar de un cuerpo a otro. Que somos, multitud y unidad. Esa curiosa doctrina nos dice que somos libres y podemos mudar de cuerpo, de espacio, de familia y que nadie tiene nada. Es la secta oculta de los hombres libres.

 Me han dicho que Xul Xolar descubrió esa cofradía que no es de este mundo, ni del otro. Inventó su propio “catolicismo” un idioma americano y otro universal, la «panlengua» y un ajedrez eterno y cambiante. Si superamos el «punto de vista» y nuestros traumas, nuestra personalidad, entenderemos. Pero eso es muy amenazante. Lo hacen los renunciantes de la India. Debemos renunciar a nuestro punto de vista para mirar desde el espejo y meternos en las necesidades y las miserias ajenas. Cómo entender la pobreza desde la abundancia y los privilegios. Para sanar el odio hay que empezar por sanar el nuestro. Asumir que, quizás, somos un sepulcro blanqueado. Que no somos tan bondadosos y somos descalificadores, a veces, despreciables y egoístas y, de verdad, pensamos primero en nosotros. Hasta ahora, no conozco a nadie que esté dispuesto a asumir el camino de su propio error y de su propia verdad que es el camino transformador de la sociedad y de lo humano. No he conocido a ningún Ghandi que era, ni más ni menos, que un Chávez sin odio. Qué bueno sería que pudiera vencer su bronca desde adentro y honestamente. Que gobernara para todos. Con la renta petrolera sería muy fácil. El país viviría en armonía. Para un hombre que ha superado tantos contratiempos y que ha logrado tantas cosas, no debería ser tan difícil. Lástima que sea militar y siempre vea a su oponente como enemigo. Qué pena que esté rodeado de enemigos que ha creado con su mente, su verbo y su acción. La genial visión de Bolívar nos persigue: “Venezuela será un cuartel, Colombia será una universidad y Ecuador será un convento”.

 

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