LOS DIOSES DEL DESIERTO, LOS DIOSES DEL NORTE Y LOS DIOSES DE AMERICA

 Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)
Como de costumbre, les pido que dejemos a un lado nuestros prejuicios de toda índole. Me refiero a prejuicios culturales, religiosos, económicos y científicos. Desde el punto de vista de la tradición originaria, todo es mental y el universo es mental. Quiere decir que el mundo que vivimos es producto de lo mentado. Y lo mentado se origina en en los mecanismos inconscientes nacidos de la programación hipnótica, inevitable, en la educación profana. De allí que siempre insistimos en la necesidad de despertar y vencer el sueño que rige la casi totalidad de nuestros pensamientos, emociones, imaginaciones y acciones. En este principio se basa la reflexión conjunta que propongo. La idea es construir una escalera que descienda hasta la raíz del pensamiento filosófico y la psicología del europeo y de sus dioses, temores y necesidades y hacer lo mismo con el indígena americano.

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LA ALQUIMIA HERMETICA Y LA TRADICION ORIGINARIA

La alquimia hermética es una de las manifestaciones occidentales de la tradición originaria. Heredera de la tradición egipcia, tomó fuerza especialmente durante la edad media e influenció los colegios de misterios del renacimiento. Es el caso de la sociedad de “Los Hermanos Del Espíritu Libre” de la cual, aparentemente, formó perte Gerónimo Bosch, el Bosco. Esta sociedad de “adamitas” consideraban que, por medio del amor libre y de la sexualidad, se reconstruiría el ser adámico y se realizaría un camino de regreso a la unidad perdida. Seguir leyendo LA ALQUIMIA HERMETICA Y LA TRADICION ORIGINARIA

LOS INICIADOS DEL RENACIMIENTO

Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)

Prácticamente todos los grandes maestros del Renacimiento fueron iniciados en diferentes escuelas esotéricas de la época. Como se trataba de sociedades secretas, no es fácil el seguimieno para descubrir exactamente a cuales escuelas pertenecían, ni a qué obediencia respondían. Sin embargo, en la gran mayoría de sus trabajos podemos descubrir sus conocimientos de la alquimia, ciencia espiritual pagana, perseguida por la Iglesia Católica Romana. Seguir leyendo LOS INICIADOS DEL RENACIMIENTO

LA HUMILDAD CAMINO PARA DESPERTAR Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)

Arkaúm

Aprovecho para enviarles estas líneas en lugar de la charla del miércoles pasado. En vista de que me encontraba viajando por la Umbria, camino a Asis, después de muchas horas de viaje, jet lag y otras linduras, preferí de jar pasar unas horas y escribirles la charla correspondiente.

Uno de los temas inspirados por la imagen de Francisco de Asis es la humildad y, también, el egoismo en sus diversas formas. Nos cuesta mucho identificar la humildad como algo concreto, como acción, emoción y experiencia viva. Una de las razones que impiden una visión realista de la humildad es la racionalización, sistema de pensamiento mecánico que nos impulsa a justificar, o a fortalecer nuestros prejuicios. Racionalizamos cuando elaboramos teorias y explicaciones que tienden a apuntalar los preconceptos nacidos inevitablemente de conceptos morales o religiosos. Fórmulas culturales con las cuales neutralizamos el esfuerzo de penetrar en nuestro mundo interno y descubrir la esencia de nuestra arrogancia, vanidad y humildad, fundamento del pensamiento vivo y del verdadero despertar.

Cuando penetramos en nuestro mundo interno para descubrir la esencia de la humildad, lo primero que aflora es nuestra vanidad y nuestra importancia personal. El natural mecanismo defensivo de nuestro pequeño yo. Si somos capaces de observar nuestros procesos, sin identificarnos, veremos claramente que, por debajo de nuestra personalidad vana y sobredimensionada, por debajo de los multiples yoes de la personalidad, hay un pequeño ser que teme ser destruído por el vacío que todo lo inunda, que todo lo penetra. Ese pequeño ser cree que todo lo sabe. Ha construído enormes cadenas para justificar su precaria existencia. Se aferra a una religión y se siente grande y seguro porque cumple con los dogmas. Se aferra a la ciencia y a la sólida formación académica y se siente superior y poderoso. Amasa una gran fortuna y se siente inexpugnable. Persigue ser respetado o recordado para así vivir el sueño ridículo de la inmortalidad. Pero si somos honestos y buscamos en la profundidad de nuestro ser, descubriremos al pequeño, minúsculo ser que teme a la oscuridad y, sobre todo a la muerte. En su fuero más íntimo sabe que sus mansiones materiales, científicas e intelectuales serán devoradas, en un instante, por la oscuridad y el vacío. La carne, sabemos es para el carnicero y terminará en una de esas carnicerías que llaman cementerios o en el horno crematorio que sólo dejará unas cenizas insignificantes.

Para llegar a la humildad hay que tener el valor de sabernos nada y, además, disfrutar de la libertad de penetrar en nuestra pequeña y humilde morada construída en, con y por el inmenso vacío donde todo es unidad. Lo primero qure debemos atrevernos a abandonar es todo lo que creemos que somos y lo que creemos que tenemos en este mundo visible, imperfecto, dual, egoísta y mentiroso. Si abandonamos nuestra propia mentira, podremos llegar a ese granulo de existencia humana que es dios y la nada, la oscuridad y la luz y sobre todo la paz, el amor y la armonía. Si regresamos al polvo, a ese polvo eterno que es el vacío, podremos comprender al mundo desde la esencia infinita de todas las cosas y de todo que es el verdadero amor. Allí desaparece el miedo a la muerte porque habremos descendido hasta la morada de la eternidad. Aprenderemos los misterios mayores y menores de la naturaleza pues desde lo ínfimo todo se aprende y se conoce. El que cree que sabe, nada puede aprender. Me he topado con religiosos que creen tener todas las respuestas porque conocen de memoria un libro de mitos y de fórmulas que pretenden imponer a los demás. Tienen las respuestas de lo bueno y lo malo. Son los grandes jueces de la humanidad y dan nombres diferentes a sus dioses. En realidad repiten mecánicamente fórmulas para dormirse y dormir a los demás.

El humilde sabe bien que todos los seres humanos, animales, vegetales y minerales de este planeta tierra y del cosmos tienen algo que enseñarle. Basta con abrirse honstamente a esta posibilidad para comprender eso que los magos llaman la omnisciencia. No se trata aquí de llegar a un conocimiento intelectual del universo y el mundo, sino de saber el universo y sus leyes que todo lo penetran. Lo que inconscientemente todos buscan con sus mecanismos inflacionarios de la personalidad, con la persecución del placer y del orgasmo, es una certeza de ser y de existir que está precísamente en el otro extremo del camino. Claro, me dirán que por ese lado también se llega. Lo que ocurre es que no se sabe cuando, ni como, ni el precio a pagar.

Hay, eso si, un músculo que debe fortalecer el o la que desee ser libre. Me refiero al musculo de la voluntad. Voluntad para observarse a si mismo, para atreverse a ver el mundo desde abajo y no desde arriba. Voluntad para vencer el miedo al qué dirán y asomarse a una vida más trascendente y real. El músculo es importante para vencer eso que está tan de moda y que, por cierto, en este camino no sirve para nada LA AUTOESTIMA. La autoestima no es otra cosa que una personalidad sobredimensionada y engreída. La verdadera libertad se alcanza cuando llegamos al nivel de cero autoestima. Cero comparación, porque conocemos nuestra humilde e infinita dimensión. La autoestima es una forma de orgullo y vanidad ya que siempre se fortalece en relación al concepto que se tiene de si mismo en relción con los demás. Se refiere al éxito y al fracaso, los dos impostores a los cuales se refirió Kipling, iniciado en los misterios. La voluntad sirve para vencer los impulsos del animal que habitamos y educarlo para que docilmente sirva a nuestro propósito final que es la certeza de ser y la certeza de nuestra trascendencia, es decir, nuestra regeneración.

A veces, el hombre o la mujer se lanzan en un camino de búsqueda espiritual porque se consideran débiles para enfrentar la cotidianidad y la vida tal cual es. Posiblemente este fue, en un comienzo el caso de Francisco de Asis. Se le acusó de huir de la guerra por cobarde, de holgazán por no trabajar con su padre como mercader de telas e industrial. Sin duda que un ser en el cual habita un espíritu sutil y superior, encuentre al menos en una etapa de su camino, difícil sobrevivir en un mundo de animales humanos. Su sensibilidad le llevará por senderos diversos. Tratará de enfrentarse a la injusticia y la crueldad con las armas del mundo visible. Luchará por las causas perdidas y pagará con grandes sufrimientos su debilidad aparente, pero tarde o temprano, buscará dentro de si mismo sus propios errores y su propia animalidad. En su naturaleza animal descubrirá la sombra y reconocerá que la lucha en contra si mismo. Penetrará en el mundo de la tolerancia y de la humildad al conocerse a si mismo. Transformará su naturaleza animal y la regenerará por medio del fuego y del amor.

Cuando reconocemos nuestros defectos y asumimos nuestra verdadera dimensión, comienza la verdadera alquimia espiritual. Podemos entonces limpiar nuestras emociones, nuestra imaginación, nuestros instintos y nuestra sexualidad corrompidos. Una vez depurados los elementos de substancias extrañas que lo han contaminado, estos servirán para mostrarnos la verdad del mundo tal cual es. Una vez purificados loa cuatro elementos de la naturaleza visible, descubriremos que el fuego nos abre las puertas a un nuevo estado de amor y armonía inconmensurables. Sin egoísmo ni posesividad, sin celos, esa enfermedad de la imaginación manchada por las perversiones de la pornografía y de la represión enferma de las religiones y de la sociedad pervertida. El fuego, tal como lo planteaban los alquimistas medievales, purificará totalmente los demás elementos de nuestra naturaleza renovando la vida eterna en nosotros. Aquel que logre comprender lo que digo entre líneas y que sepa leer más allá de las trampas de su intelecto descubrirá la certeza de ser. La certeza de su trascendencia pues habra sido íntegramente renovado por el fuego (INRI) Ignea Natura Renovatvr Integra. La personalidad habrá muerto y con esta la muerte misma. Viviremos en adelante en el gran todo que es la conciencia de Dios.

Arkaúm.

EL SEXO, DIOS Y LA JERUSALEN CELESTE Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)


CHARLA 26 DE NOVIEMBRE

Hace algún tiempo nos referimos a un escrito de Henry Miller respecto a los orígenes de las relaciones tribales con la sexualidad. En unos párrafos iluminadores afirma que, en épocas muy remotas, las sociedades primitias no habían descubierto el nexo entre la sexualidad y los hijos. Es decir, no le atribuían al proceso de gestación un origen sexual biológico, sino que consideraban a los hijos de la tribu como hijos de los dioses que eran las fuerzas de la naturaleza. Así, nacía un niño y se le consideraba hijo de la tormenta, del rayo o del trueno, del mar o de la lluvia.
Miller piensa que, como consecuencia de esto, durante millones de años, los varones no teníamos claro nuestro rol en ese proceso. Sin embargo, se tomaba muy en cuenta la importancia de la mujer, su presencia y supervivencia, ya que de ellas dependía la existencia misma de la tribu, sin ellas, se extiguiría la comunidad. Estas mujeres eran francamente minoritarias, pero muy poderosas. Era la éra de la poliandria. Quizás se trataba de sociedades en las cuales había una mujer por cada cuarenta o cincuenta hombres. La gente se apareaba libremente y, los hijos, eran de la tribu. Nadie se preguntaba quien era el padre.
Algunas sociedades aborínenes de hoy siguen considerando a las mujeres libres de establecer relaciones sexuales indiscriminadamente con los miembros de su comunidad y la paternidad de los hijos es compartida por todos los miembros de la tribu. Es el caso de las culturas polinésicas, de algunas tribus indígenas de norteamérica y de América del sur. Tal parece que las sociedades de recolectores, pescadores y cazadores cuya superviencia requiere gran movilidad hacia los territorios de caza o pesca, han mantenido estas sociedades comunitarias con la mujer como centro de poder generatriz, libre de la influencia de las tradiciones patriarcales. La Pacha Mama, entre las comunidades andinas es una simbiosis de la madre, con la madre tierra.
En aquellas sociedades aborígenes antiguas los varones se dedicaban a la guerra, no sólo para proteger sus territorios de caza y pesca, sino para defender a las mujeres, muchas veces robadas por las comunidades vecinas. O a robar mujeres, cuando las de sus propias comunidades morían o escaseaban. Las comunidades de la selva amazónica vivían en guerra permanente con sus vecinos, por estas mismas razones. En las tradiciones occidentales, el mito del rapto de las sabinas, sin duda, tiene un origen que se remonta a lejana antiguedad.
Ahora bien, el hecho psicológico más interesante de esta historia radica en el hecho de que, la mujer, desde los albores de la prehistoria hasta nuestros días, a nivel subconsciente, tiene la certeza de su trascendencia como ser individual. El hijo, en términos fisiológicos, es para la mujer, una parte de si misma, un apéndice. Es como si un órgano le saliera y continuara viviendo independientemente. Es decir, todos somos hijos de nuestras madres. Ni siquiera en las sociedades patriarcales que aparecieron después, como es el caso de las tradiciones semíticas, los varones gobernantes pudieron deshacerse de esta realidad inevitable y los hijos se consideran legítimos por la vía materna.
El poder de esta certeza de ser, ligado a su nexo misterioso con los dioses y con este fenómeno oculto convirtió a las hembras en líderes y sacerdotisas de aquellas sociedades primitivas. La poliandria era una necesidad y una norma de vida que les otorgaba un gran poder y, en aquellas circunstancias era impensable el desarrollo de la monogamia.
La poligamia y la monogamia con la supremacía masculina y la tradición patriarcal, parece haber aparecido más tarde, cuando las sociedades se hicieron sedentarias. El hombre empezó a explotar la agricultura y tomó posesión de la tierra. Poco a poco, aparece el derecho de propiedad individual. Paradójicamente, las mujeres pierden su poder cuando se hacen más numerosas. Debido a su debilidad física, con el sedentarismo, pierden hasta su libertad y se conierten en objetos al servicio del hombre que, verticalmente, aplica el derecho de propiedad no solo sobre la tierra y la mujer, sino sobre sus hijos y sus esclavos. La cosificación se origina en ese derecho a la propiedad de la tierra que se pervierte.
Si analizamos esta ruta hacia el patriarcado descubriremos que el poder masculino se basó en la fuerza física y no en una certeza o en una fortaleza interna. Con la supremacía patriarcal aparecieron también las religiones del desierto y, con estas, como mecanismo y justificación para la dominación, la satanización de la imagen femenina. Es Eva en la tradición judía y cristiana quien le da de comer a Adán de la manzana prohibida. En otras tradiciones la mujer también reina sobre lo oculto, pero en algunas con un sentido iluminador y trascendente. Isis es la señora de los misterios de la naturaleza, es la guardiana de la sabiduría oculta, al igual que Perséfone que reina en el mundo de los secretos y de la sombra, pero que los guarda cuando sale a la luz.
Paralelamente y, aún antes de la aparición de las religiones patriarcales, ya existía una tradición iniciática poseedora de una ciencia secreta. Esta tradición existía en Oriente y Occidente con variables que la adaptaban al estado de cada sociedad, pero idéntica en esencia. Estas tradiciones se han mantenido en el secreto, para proteger la ciencia de los embates de la animalidad presente en las sociedades humanas. En la raíz de estas tradiciones, la mujer posee los secretos de la naturaleza y sus leyes. Así, Isis, como hemos dicho, es la diosa de la sabiduría y Perséfone reina en el mundo de las sombras.
Es interesante que, en casi todas las manifestaciones del Tarot, simbolismo de la alquimia hermética medieval, la sacerdotisa se muestra embarazada, con un libro y un cetro. ¿ Será un símbolo del poder oculto que representa la capacidad de engendrar? Toda la tradición iniciática originaria otorga a la naturaleza femenina un poder extraordinario en cuanto a sus relaciones con lo oculto. No sólo tenemos el ejemplo de Isis y Perséfone como señoras de los misterios.
Leonardo Da Vinci, en La Vírgen de las Rocas, obra iniciática que muestra en viaje al interior de la tierra, representa una caverna-útero y afuera, en la luz, está la vírgen María y el ángel que señala con su dedo índice al útero de María como indicando el verdadero camino hacia la luz y el renacimiento. Más aún, la tradición de las vírgenes negras y preñadas y la de María Magdalena y su útero como verdadero caliz del Grial, portadora y madre (iniciática quizás) de los hijos de Jesús, el hijo del hombre (hijo de si mismo) mantiene una correspondencia ineludible con isis, con Perséfone y con Iris que era el puente entre el mundo visible y el mundo de la verdad.
Pero el concepto patriarcal se ha mantenido, durante siglos, incólume apoyado por el gran poder de las religiones hasta que la superpoblación llevó a la humanidad a conglomerarse en grandes urbes en las que encalló el patriarcado. El concepto de propiedad de la mujer se empieza a resquebrajar con las conquistas de las hembras humanas que dejan de ser ciudadanos de segundo órden. La píldora, las conquistas laborales y sociales, el acinamiento de las ciudades lleva a las comunidades de regreso a una suerte de comunidades tribales citadinas. La idea deciminónica de la mujer fiel y el hombre libertino ha dado paso a los más variados experimentos colectivos y matrimoiniales. Los matrimonios heterosexuales entre un hombre y una mujer ya no es la única alternativa para relacionarse. Ahora hay matrimonios abiertos, uniones entre transexuales, entre homosexuales, el amor libre y el sexo libre tuvo su apogeo en los años sesentas y setentas, el regreso a la vida primitiva en las comunidades de los Hippies. Enumero sólo algunos de estos experimentos sociales con el objeto, de ejemplificar el derrumbre de la estructura familiar patriarcal.
El origen de la crisis debe estar en algo más profundo que la simple conquista de ciertas libertades. Quizás se encuentra en esa palabra tan poco comprendida y tantas veces mancionada AMOR. La búsqueda compulsia del amor, nos ha llevado también a la búsqueda compulsia del sexo. La mayoría de las veces, a causa del vacío y la soledad interior, esta humanidad mediatizada y solitaria busca compañía y cree que el amor es lo que culturalmente se vende en las telenovelas y en los comerciales.
Aunque la búsqueda irracional y compulsiva de la unión sexual es estimulada por los medios de comunicación y por los vendedores de toda clase de productos, hay que entender que esa energía es la única manifestación que, el común de los mortales, tiene con la verdadera fuerza del Dios, del Todo, del Gran Arquitecto etc. Es la fuerza y la energía de la vida. En este mundo visible y, en el otro, todo se transforma y renace de esta energía.
Pero esta manifestación de la fuerza vital, tiene una relación con las fuerzas ocultas del cosmos que trasciende la imaginación de los que se dedican inconscientemente al desenfreno. Ahora, al fin, llegamos al objeto de la reunión de hoy. Voy a referirme al proceso alquímico entre el orígen y el final de la etapa evolutiva posible en este plano y el simbolismo que encierra la tradición originaria. Como siempre, recuerdo que este camino sólo tiene sentido trascendente, como en el caso de las imagenes del panel central del Jardín de las Delicias Terrestres de El Bosco, cuando lo enfocamos desde la conciencia elevada, más allá de los prejuicios y preconceptos implantados en nuestro cerebro por la cultura que se desarrolló como mecanismo de control social y de poder de los explotadores de la naturaleza terrestre.
La tradición afirma que, en su origen, lo humano es andrógeno. La división de los géneros y, con esta, la contradición es inherente al mundo visible. En el mundo de la unidad y del espíritu no existe la contradicción.El hombre, en su caída desde el mundo espiritual hasta su encarnación en la materia, se dividió. Con la pérdida de su divinidad, perdió su unidad originaria. Por eso, todo camino hacia la realización de la transmutación alquímica se fundamenta en el regreso a la unidad perdida. Osiris perdió su unidad al ser descuartizado y fue reconstruído por Horus y por Isis. Ese retorno es un camino largo e individual y ese rencuentro con nuestra naturaleza originaria, completa, es un rencuentro con el Dios y con todo lo que vive en nosotros y fuera de nosotros.
El Tarot, como viaje iniciático, empieza con la carta del Loco que es un hombre solo que camina perdido y sin rumbo hasta que encuentra al Mago, el maestro, se le identifica con Hermes que lo guía en su camino de crecimiento. Esa es la primera carta del verdadero camino, pero no es por ningún motivo la menor en la escala, sino la más elevada antes del Mundo que es la meta. A partir de allí, el Loco que es el que se atreve a penetrar mundos desconocidos, recorre un camino de ascenso, crecimiento y conocimiento de si mismo por la oscuridad de cartas misteriosas. La primera es un encuentro con su lado femenino, la Sacerdotisa, señora de los misterios como ya lo hemos dicho. Ella le da la oportunidad, si pasa las pruebas, de entrar en el inframundo. Después sale del mundo de la oscuridad para conocer las carácterísticas del mundo visible y se encuentra con la emperatriz que reina, como Demeter en este universo y lo rige después de haber conocido la Luna y su oscuridad que domina las mareas y las emociones. El mago lo guía después hasta el emperador que es el padre que todo lo ve. El el Aguíla que mira desde arriba. Comprende entonces su pequeñez después que se creía triunfador de la sombra y el Papa o Sumo Sacerdote le muestra que los logros materiales, el ego y la vanidad son destruídos por un Rayo. Aquellos que escalaron el falso amor también son precipitados desde la Torre por el poder del espíritu inmortal que descubre un amor diferente libre y sabio, más allá del amor que rige la pasión del Diablo del amor que encadena en lugar de liberar. Así, vencida la pasión, puede ascender hasta la carta de los enamorados y tomar la decisión correcta entre la sabiduría y la estupidez. La templanza que ha adquirido, le permite entonces unir el espíritu y dominar la materia y se monta en el Carro. Desde allí domina, con bridas de telarañas, el caballo de la emoción y el caballo de la imaginación que rueda sobre la tierra de los instintos y el fuego de la sexualidad. Ahora es libre y prepara su ascenso. Puede vivir de nuevo en la soledad, avanzando, no como al principio, perdido, sino con su lámpara y puede ser el hermitaño. Sabe que hay un ser que lo encontrará en su soledad y que ese ser es la otra parte de si mismo, pero debe avanzar pues podría quedarse detenido como el colgado y necesita una fuerza especial, esa fuerza extraordinaria de la naturaleza femenina para lograr su meta antes de que las hilanderas de la Rueda de la Fortuna le pongan fin a su camino en esta tierra. Las Moiras están allí, rodando sobre el tiempo, sin parar. Una hila, la otra ya ha medido y espera la Moira que cortará el hilo. Sólo lo salva la unión inminente con su pareja originaria. Si no se corta el hilo, en el juicio, se realizan las bodas alquímicas y el tiempo se ahoga en el agua de la emoción superior y sublime. El Mago, desde lo alto, observa y dirige la obra iniciática del que murió en el mundo del tiempo y del espacio y alcanzó lo más alto en la escala del magismo. Una vez integrado, el Loco que inició un largo camino, ya convertido en Mago, avanza hacia el Mundo representado por el andrógeno dentro del huevo cósmico, para habitar en la Jerusalen Celeste que representa el reino de la verdad, de la paz, donde no existe tiempo ni espacio.
Dice un mito iniciático que el hombre que ha realizado su trabajo y ha pasado sus pruebas, en su soledad, será descubierto y buscado por su pareja femenina originaria para realizar juntos el viaje a la Jerusalén celestial.
Arkaúm.

EL GRAN RIO

Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)
CHARLALa idea de ganar siempre, esos dos impostores a los cuales se refería KIpling, me refiero al éxito y al fracaso, han llegado a deformar la idea del verdadero éxito que no es otro que el crecimiento interior y el progreso de nuestro mundo interno. Una cultura construida en torno a la imagen, ha desplazado la idea de la perfección y de la impecabilidad como camino para la libertad y la liberación. Vemos como, para defender su imagen ante los demás, o ante si mismas, las personas defienden como si fuiesen virtudes, hasta los más repugnantes defectos. Seguir leyendo EL GRAN RIO

TIAHUANACO, enigma de enigmas Por Nicomedes Zuloaga P. (Arkaúm)


CHARLA 24 DIC 2008
Enigmas de enigmas.

Como siempre voy a intentar que esta charla, resumen, sea lo que insisto en llamar letra viva y no letra muerta. De allí que, aunque me disguste un poco, debo hablar de mi experiencia personal. La premisa es que, la gran mayoría de las tradiciones iniciáticas, insisten en hacernos pasar por la llamada muerte iniciática. Dicha muerte se realiza de manera simbólica y tiende a llevar al adepto a vivir el psicodrama de la muerte y el paso a un espacio de vida paralela a lo que, hasta el momento, considera la vida real. El psicodrama le abre una puerta hacia la vida eterna.
Ahora bien, la vida misma es un proceso de iniciación y crecimiento y, aunque nadie tenga un certificado que indique el largo de su vida, ya que no hay pacto posible con las moiras, cuando nos acercamos a los sesenta y ya hemos enterrado a un buen número de compañeros, amigos y amigas, vemos la posibilidad del fin como algo más auténtico que a los veinte. El significado de la muerte toma entonces otra dimensión. Si no hemos trabajado en el significado profundo del psicodrama, si no hemos vencido nuestros apegos con el mundo material y hemos dedicado nuestra vida a regalársela al qué dirán, la fama, la riqueza y el reconocimiento externo, nos encontraremos en un camino sin salida. En lugar de pasar al bardo del libro de la vida y de la muerte tibetano, tendremos la sensación de que el final se acerca. Aquellos que se consuelan con haber tenido hijos y haber sido “buenos” de todas maneras enfrentarán el final, con un elemento agravante, se preguntarán el para qué de esta comedia. Les quedará sólo el camino de la fe.
Pues bien, hay un remedio para la mayoría de las enfermedades de los sesentones. Esta medicina me la he aplicado y se trata de un fenómeno poco estudiado, pero aplicado por todas las iniciaciones antiguas. Voy a comentar algunos casos de estas sanaciones extraordinarias. Sir Francis Chichester, antes de realizar el primer cruce del Atlántico en solitario, sufría de cáncer. Cuando llegó a su destino, se había sanado. El ayuno voluntario y prolongado, a pesar de todas las advertencias de la medicina tradicional, ha probado sus resultados en múltiples oportunidades. El Dr. Alexis Suvorín, en su liobro, “la curación por el ayuno” registra muchos casos de sanación.
¿Qué ocurre verdaderamente en los ayunos voluntarios, cuál es la respuesta consciente a estos ayunos y qué experiencia vive la persona que ayuna?
Por ahí en 1989 me enfermé de hepatitis y ya me había entrenado en ayunos cortos de 36 horas semanales durante varios años. En realidad sentía un despertar durante los ayunos. Durante mi regreso a Venezuela, por el río Branco, hasta Caracarai, realicé un ayuno de quince días. Había leído sobre los ayunos de Ghandi, en el libro “Esta noche la Libertad”. Me interesaba la experiencia. Para hacer la historia corta, cayó en mis manos el libro de Suvorín y decidí iniciar mi ayuno, una vez recuperado de la hepatitis. Mi médico me dijo que estaba loco y que eso no se podía hacer, que moriría. Suvorín advertía sobre esa opinión del médico. Lo cierto es que realicé el ayuno total y voluntario durante cuarenta días y sus noches. La hematología completa dio resultados desastrosos a los ocho días, otra hematología, a los doce días, dio resultados perfectos. El médico se sorprendió y decidimos hacer exámenes cada ocho días. Los últimos diez días ya no podía dormir y el médico me recetó un agua con una cucharada de azúcar negra antes de dormir ya que de lo contrario, el pensaba que produciría un coma y perdería mi experimento. Lo que verdaderamente sentí los últimos días era la certeza de una muerte cercana. No una muerte simbólica, sino real. La temperatura corporal baja varios grados, no hay como mantener el calor y, de todas maneras, hay que llevar una vida normal. Acercarse conscientemente a la cercanía del paso al otro lado, es una brutal forma de despertar. Más que la experiencia de la muerte, se trata de la experiencia de la vida, de la rueda de la fortuna, del ciclo transformador de la energía originaria del universo. No se diferencia esta experiencia, de la de Chichester con su barquito haciendo agua por una tabla de la proa, en medio del océano. Si vencemos la necedad de la opinión ajena, de qué dirán, les diré que vale la pena arriesgarse a vivir experiencias extremas. No a los veinte años. Todos los de veinte años quieren experimentar la adrenalina de un vuelo en parapente. Me refiero que, a pesar de que los tilden de loco, si desean experimentar la salud, la certeza de la vida eterna y el amor verdadero, los sesentones deben empezar por comprar, si pueden, una moto de alta cilindrada. Ir rápido y hacer varios saltos en paracaídas, volar en parapente y en ala delta y subir a cumbres por encima de los cinco mil metros a ver si sobre viven. Lo cierto es que el tiempo aquí está contado. Si quieren conquistar una nueva vida, si temen que pueden morir de alguna enfermedad extraña, busquen la cercanía de la muerte en todo momento. Es el camino de la libertad, pero primero, libérense de qué dirán. Si están hartos de su pareja, cambien, si ya están hartos de sus amigos, cambien.
Hace unos nueve años tuve una fibrilación ventricular y un paro cardíaco. Pasé varios días en terapia intensiva y me dieron amiodarona durante varios años. Hace ya dos años que suspendí la dosis poco a poco. No me puse al desfibrilador que era “el último grito” y para terminar con esto, ayer 24 de diciembre, decidí escalar la cima del Huayna Potosí de 6033 metros de altura, una de las cimas de América. Ascendimos, desde 4700 metros del campamento base, hasta el “refugio de la roca”. Me sentí muy cansado, pero mi pulso estuvo bien. Mi compañero de viaje pensaba a que estaba haciendo una “endura” al estilo cátaro y que mi intención era morir en la montaña. Nada más lejos de la realidad, mi intención era vencer la muerte conociéndola un poco más. Hacerla mi amiga inseparable. Como teníamos apenas dos días en la paz, no estaba aclimatado y me dio soroche. Me tomé mi pastilla y a las doce de la noche, me sentía listo para avanzar hacia la cumbre. Vestidos con trajes de altura, crampones, cuerda y piolet, alumbrándonos con una linterna frontal, iniciamos en ascenso a la una de la madrugada del 24 de dic. Debo decir que el ascenso era agotador y que mi lema secreto era “vincere aut mori” Subimos lentamente hasta una altura de 5300 metros y mi compañero de viaje y mi guía me convencieron de que ya no podríamos hacer cumbre. En la maniobra de regresar, en la mitad de un escalón del glaciar, resbalé y nuestro guía Sebastián y Emerson, me aseguraron. Después de un superesfuerzo para clavar mi piolet en la pared de hielo y mis crampones, venciéndola otra vez, logré volver al angosto escalón de hielo y descendimos.
Durante el ascenso, la gran montaña me enseñó que había que respirar concientemente y con ritmo. Era la única manera de mantener oxigeno en los tejidos. Había que detener la imaginación y luchar contra las emociones y, sobre todo, olvidar para siempre que tenía una “condición cardiaca”. Llegamos a las cinco de la mañana al refugio de la roca y me sentía feliz y nuevo. No tuve entrenamiento físico para hacer cumbre en el Huayna, pero había conquistado mi cumbre interior y me había liberado de mi supuesta enfermedad. La amiodarona se quedó en el morral, jamás la probé. Empiecen por la moto, no permite errores y les obligará a mantenerse en estado de alerta. La cumbre vale la pena. Voy a entrenar este año para intentarlo de nuevo a los sesenta.
Ahora quiero hablar de nuevo de la tradición originaria. Oh, sorpresa, la tradición de los Tihuanacos también se basa, como en todas las tradiciones originarias, en los cuatro elementos de la naturaleza y su depuración. A cuatromil metros de altura, se encuentra uno de los enigmas de la humanidad, el complejo arqueológico de Tihuanacu. La ciencia oficial no logra dar con una respuesta final respecto al origen del templo solar de Kalasasaya, de la pirámide y del templete. Pero si analizamos la fisonomía de los monolitos, descubriremos los mismos tocados de Isla de Pascua y el origen de la cultura del Pacífico, las trazas de la tierra de Mu y, también, la tradición atlante. Es imposible, con carbono 14, conseguir fechas para la piedra, así que sólo se puede hacer con el material asociado de origen orgánico. Toda la cultura de Tihuanaco se basa en los cuatro elementos representados en el puma, la tierra, el cóndor, el aire, el pez, el agua y la llama, el fuego, también representado en algunos monolitos como la serpiente que asciende. Estos cuatro elementos, a su vez, se manifiestan en tres planos: el celeste, el terrestre y el sub terrestre o inframundo. Espíritu, alma y materia. Se trata entonces de una estructura filosófica basada en el número siete. El trabajo espiritual sobre los elementos y la clave numerológica del siete, nos lleva de nuevo al resto de las tradiciones originarias. La tibetana con sus cuatro elementos y el eter, la tradición egipcia y el hermetismo con sus cuatro elementos y sus siete principios y, de nuevo, nos encontgramos con la tradición originaria de América. El imperio de Tihuanaco dio origen al Incario. Fue a pocos kilómetros de allí, en la isla del Sol, donde Mama Ocllo y Manco Capac, iniciaron la construcción del imperio del sol. Los escalones de la pirámide de Acapana, las escaleras de acceso al templo de Kalasasaya y del templete donde se descubrió el enorme monolito de Benett, nos hablas de una raza de gigantes. Todo indica que, en estos templos hay un mensaje paralelo al de las pirámides egipcias. Quizás, como ocurrió en Stonehege, muchas civilizaciones, durante milenios o quizás millones de años, hicieron vida ceremonial en Tihuanaco. O tenía razón Horbiger y, durante la era terciaria, fuimos visitados desde las estrellas y se impregnaron los habitantes de la tierra con una conciencia cósmica de orden superior. Con un tono vibratorio mayor y más sutil.
Lo cierto es que ocurre, en el origen remoto de esta cultura un culto a la llama. De acuerdo a la ciencia oficial, durante el terciario, ya existían los camélidos, pero no los humanos, ni humanoides. Lo que ocurre es que las teorías evolucionistas de Darwin, nos han predispuesto a pensar que, el único vehículo de la conciencia, sería el humano antropoide. Lo cierto es que la conciencia como tal es un fenómeno supranacional. Es perfectamente posible que esta conciencia humana se manifestara en un camélido que después fue adorado, o en un delfín que, aunque incapaces de desarrollar una cultura fuesen receptáculos de la conciencia. Nosotros, en esta era, habitamos cuerpos de monos, pero no necesariamente habitamos estos vehículos en otra era del planeta y, si existiese vida en el inmenso cosmos que, evidentemente existe, al menos vida consciente, no necesariamente habitaría el mismo animal, o la misma materia. De hecho, según la tradición, la tierra y todos los cuerpos celestes, son seres vivos. Tradición que los pueblos originarios americanos han mantenido hasta el presente y que representa una de las divergencias mayores con la cultura consumista occidental que está destruyendo la vida del planeta.
Tihuanaco es una caja de sorpresas. En el templete, existe una muestra de rostros de todas las razas de la tierra conocidas y de otras desconocidas. Hay una figura precolombina de un hombre de raza caucásica. En cuanto pueda les enviaré la foto. Quienes estuvieron en América antes de Colón. ¿Cuales eran esos blancos barbados que fueron tan amables y espirituales que crearon tal confusión en la mente de Atahualpa que los confundió con Pizarro al cual sólo le interesaba el oro? Podemos especular sobre muchas razas de barbados que, desde la remotísima Lemuria y Atlántida pudieron pasar por Tihuanaco, pero esa figura precolombina es de época más reciente. ¿Dónde fue la flota templaria, o parte de esta, en 1307? Acaso no vinieron a América. Porqué Colón viaja con la bandera templaria en sus velas? Parece que otro misterio, más reciente, ocultan estas ruinas, el enigma de los enigmas.
Arkaúm.

VIAJE INICIATICO EN LOS ELEMENTOS




INSTRUCCIONES DEL VIAJE
(Dic. 2008)
Normas de comportamiento durante el viaje:
1- Se prohíbe absolutamente la ingesta de cualquier tipo de alcohol o cualquier otro tóxico.
2- Se dominará el verbo, manteniendo silencio y utilizándolo sólo cuando sea necesario, para darle poder al mismo.
3- Después del trabajo de la tierra, se realizará un día de ayuno cada semana.

Cdad Bolívar-Manaus
Elemento tierra.

Este trayecto será de introspección. Un viaje al interior de la tierra interna. De nuestra propia caverna. La norma de este trayecto es el silencio. Sólo encontraremos respuestas del elemento tierra en nuestro mundo interno. Cómo el estómago rige los instintos básicos y el aparato digestivo es el centro en el cual se manifiesta el elemento tierra, se hará, como super-esfuerzo del trayecto, ayuno total. Sólo ingeriremos agua. Hay que aclarar que este trabajo de ayuno nos dará poder sobre nuestros instintos y nos preparará para el trabajo de los demás elementos. La ingesta de alcohol y demás bebidas estimulantes mantendría débil nuestra voluntad para lograr el éxito en el trabajo.
Cuando ensuciamos el elemento tierra con la ingesta de exceso de alimentos, alcohol, café, drogas y químicos, corrompemos nuestro centro instintivo. Al ensuciar cualquiera de los cuatro centros, la persona pierde buena parte de la visión interna que permite acceder a la realidad tal cual es. Los cuatro centros son la lente por medio de la cual tenemos acceso a la verdad. Si tenemos un lente sucio, no podremos ver. Se trata de realizar una limpieza profunda de nuestro cuerpo físico que ayudará a realizar asímismo, una limpieza de los cuerpos sutiles. Por otra parte, ayudará a fortalecer el músculo de la voluntad.
Es por esto que, el trabajo iniciático, consiste en la limpieza de los cuatro elementos de la naturaleza, con sus ya conocidas correspondencias. Este trabajo, sólo se alcanza realizando grandes esfuerzos, es por medio de su corrupción que, el mundo de no-ser, domina nuestra vida impidiendo las posibilidades de verdadero crecimiento y desarrollo espiritual. Eturbiando la mirada interior que nos permite conocer las verdaderas leyes de la naturaleza y así respetar sus designios.
Para que el VITRIOL se realice hay que conocer a fondo nuestros instintos animales. Los instintos del gorila que habitamos. Hay que recorrer entonces la caverna interna conociendo y asumiendo nuestras debilidades y nuestros vicios. Sólo así podremos rectificar y alcanzar el conocimiento de la piedra filosofal.
Es importante que comprendas que no se trata de un viaje de placer, sino de conocimiento de los mayores secretos que alberga el alma humana. El acceso al camino del magismo. De no realizar el trabajo impecablemente, no tendría ningún sentido este camino elemental.
Si nuestros instintos animales dominan nuestras acciones es imposible acceder al conocimiento de las cosas superiores ya que como abajo es arriba. Es el deber de toda persona que esté en el camino trabajar para sublimar estos instintos inferiores colocándolos bajo el dominio de la conciencia y de la voluntad. Todo instinto tiene una interacción inevitable con nuestra mente que es la totalidad del ser. Si nos domina la pasión instintiva, la mente no encontrará el camino para manifestarse en nuestra unidad vital. Como nuestros impulsos instintivos son pendulares, la única manera para vencer el vicio es realizar un esfuerzo supremo para detener el péndulo. Abstinencia total hasta limpiar el cuerpo instintivo corrompido. Hay que comprender que todo lo que sembramos en la naturaleza lo cosechamos. Cuando sembramos desde lo pasional y animal fortalecemos al animal frente a la conciencia y la voluntad que fortalecen las características más humanas en nosotros. Nos hacemos más animales. Estos impulsos instintivos en el hombre, así como la necesidad de ingerir licor, drogas o alimentos físicos de bajo valor energético, suelen estar ligados a rasgos pasivos y femeninos de la naturaleza. Así, un instinto de conservación natural, al pervertirse, se convierte en un instinto criminal, asesino, o destructivo. Un instinto natural gregario, se convierte en sumisión etc… Hay rasgos pasivos y femeninos en nuestra personalidad. Para vencerlos debemos fortalecer nuestros rasgos más masculinos como lo son la voluntad, el valor para enfrentar nuestras debilidades y la rienda para controlar nuestros instintos. Lo saludable en un trabajo como este es mantener un ritmo en el cual, siempre, durante la tarde, a la misma hora, se realiza un trabajo de revisión interna con el maestro interno, para dirigir la limpieza instintiva y dejarla salir. Cuando se ayuna y se realizan estos esfuerzos, la rabia suele surgir y es bueno limpiarla para que la visión no se ensucie. Hay que conectarse con el maestro interno para no equivocarse.

Manaus-Base de cordillera boliviana
Elemento agua

Como sabemos este elemento rige las emociones. Viajaremos por los grandes ríos Amazonas y Madeira hasta Porto Velho.
Todas las mañanas, los medio días y las noches se hará la meditación del control de las emociones.
En el cuaderno se escribirán en clave todas las emociones negativas que se discutirán por la noche.
Se mantendrá, permanentemente, un yo observante de nuestras emociones, sobre todo de las negativas que suelen ir acompañadas de mecanismos inconscientes y de debilidades aprendidas social y culturalmente. La gran mayoría de nuestras emociones no son verdaderamente auténticas, ni son nuestras. Son mecanismos aprendidos por vía de la imitación. De allí que es importante descubrir estas emociones y vislumbrar la raíz de las mismas. Para esto, hay que des-identificarse de las emociones. Observarlas cómo si fueran algo ajeno a nosotros. En esto consistirá el esfuerzo de este viaje:
Observar el flujo de nuestras emociones y darles salida conscientemente. Cualquier emoción de ira debe ser revisada cuidadosamente por la conciencia y observada como un proceso experimental para poder pasarla al cuaderno.
Hay que tener presente que, estas debilidades emocionales corresponden a la personalidad y no al ser. Precisamente la limpieza de estas emociones nos llevará a vencer nuestras taras y limitaciones adquiriendo dominio sobre los mecanismos que estimulan la infelicidad. Durante este viaje, de realizarse impecablemente, alcanzarás la verdadera libertad y aprenderás a ser feliz y dejarás que los demás lo sean.
Tendrás las herramientas para adquirir el autodominio emocional que te abrirá las puertas a uno de los mayores secretos de la alquimia espiritual. El manejo consciente de tus emociones te permitirá abrir la puerta oculta de la naturaleza y, sólo entonces, te entregará sus verdaderos secretos. Mientras tanto, tendrás que conformarte con ser sólo un esclavo de la naturaleza que te dominará por medio de tus emociones descontroladas. Jamás tiene éxito el que trata de robar los secretos de la naturaleza y esta jamás se entrega al que no domina este elemento agua que es el gran río por donde fluye la fuerza del amor verdadero que es, siempre, voluntario y, por lo tanto, requiere de la sublimación emocional. El oro potable de los alquimistas está ligado a la limpieza emocional. Los traumas infantiles suelen mantenernos emocionalmente atados a una especie de inmadurez emocional. Cada vez que algo nos recuerda la situación que lo generó, actuamos emocionalmente como si tuviésemos la edad infantil en que ocurrió. Se necesita valor para elaborar y limpiar estas emociones coaguladas y confianza en el guía que ayuda, a veces, por medio del dolor y de la angustia, ya que se convierte en espejo de tus propias debilidades. Sólo vencerás tus emociones negativas por medio del valor al enfrentarte al dolor que es parte de la vida. Por eso, trabaja este trecho profundamente y sinceramente. Recuerda que la rabia, la posesividad, los celos, la envidia, el miedo, la vanidad y el dolor siempre son sucedáneos o ausencia del verdadero amor que es impersonal, eterno, infinito y libre. Es como el sol que empieza a vivir en nuestro corazón.
Cuando la emoción se limpia y purifica de los rasgos femeninos, los rasgos energéticos viriles se hacen evidentes para la naturaleza femenina. Es en el trabajo de transmutación de las características femeninas en el hombre, donde se alcanzan los más altos grados de la alquimia espiritual, pues, sin esta transmutación, es imposible la realización de la magia sexual, punto culminante del trabajo del mago en el elemento fuego. La limpieza de las emociones femeninas es un trabajo obligado para el iniciado que desea desarrollar sus facultades superiores. Casi todas las contradicciones psicológicas de los varones están ligadas a los rasgos femeninos de su personalidad que se manifiestan perversamente en sus emociones. Se trata de la mayor debilidad y el escollo más difícil en el camino de crecimiento del hombre. Hay una gran lista de rasgos femeninos en el hombre que puedes ampliar con tu propio trabajo de introspección y auto-observación. Básicamente mencionaré algunas emociones femeninas en el hombre y masculinas en la mujer.
Los celos son rasgos femeninos en el hombre y masculinos en la mujer. Medita quien te produce celos y comprenderás y quién produce celos a la mujer. La agresividad descontrolada es, en el hombre, una forma pervertida de la voluntad. Es una forma de emoción masculina en la mujer. Sobre todo la agresión verbal que demuestra una inseguridad y debilidad en el hombre y en la mujer es un rasgo imitativo del machismo. La virilidad no necesita la violencia verbal, ni mucho menos la agresión física, sino la determinación y la independencia emocional que proporciona el dominio sobre sus emociones. El machismo es entonces un rasgo femenino en el hombre, a pesar de lo que crean los machistas. Implica una sujeción emocional y una dependencia a las pulsiones de la mujer.
El machista suele ser celoso, autoritario, agresor y ensuciador de la naturaleza femenina. Se trata en realidad de un hombre dominado por la inseguridad que le producen sus rasgos femeninos. Hay muchas otras emociones femeninas en el hombre que deben trabajarse. El hecho de tener emociones femeninas es algo normal en el mundo profano, aunque totalmente inconveniente. El trabajo de limpieza emocional pasa por vencer las emociones femeninas.
El hombre que vence estos rasgos alcanza la independencia y la felicidad. Es amable y comprensivo con todas las mujeres, suele ser verdaderamente amado por estas, más allá de lo pasional, adquiere seguridad en si mismo, esta seguridad es percibida en su verbo más pausado, consciente, tranquilo. Por ley de correspondencia, la naturaleza lo respeta, no necesita demostrarle nada a nadie. Correspondientemente, empiezan a abrirse canales nuevos de conocimiento, su percepción se hace más clara, su intuición se desarrolla y, su compañera, o sus amantes, tienden a entregarle los secretos de la naturaleza. Se agudiza la comprensión de las cosas y abandona el machismo para siempre que es una forma degenerada de relacionarse, por otra, más libre, desligada de los embates de la opinión ajena, del ¨qué dirán¨.
Se relaciona con los varones con camaradería y cortesía. No es egoísta con sus conocimientos y deja a un lado el feo vicio de sufrir. No intenta manipular, ni se deja manipular. Es silencioso y cauto en las palabras, no hiere a los más débiles sino que es compasivo y a todos ofrece su mano y su guía. No manifiesta contradicciones. Si se equivoca acepta y rectifica. Sabe pedir perdón, con dignidad. Es honrado y justo en sus acciones y decisiones. Ejerce sus derechos sin ofender. Jamás se siente ofendido pues se conoce a si mismo. Sabe su valor y el escalón donde se encuentra. Tiene la certeza de su camino hacia lo más valioso de la vida.
Las emociones y, por ende, las actitudes femeninas en el hombre generan siempre grandes contradicciones internas. Para vencer estos rasgos hay que empezar por asumirlos, pero hay que saber cuales son y buscar la raiz de los mismos, por último, analizar qué beneficios pueden aportarle tales rasgos y elevar el nivel habitual de conciencia para superarlos. Nada más alejado de una actitud viril que el egoísmo. Lo viril, en este caso, suele ser lo apolíneo. El hombre debe emular al Sol que alumbra a todos por igual y estimula el crecimiento de todos. El verdadero hombre es una luz encendida y generosa, no quiere nada para si, porque se tiene a si mismo. Por eso, tiene una capacidad de dar casi infinita y una gran capacidad para comprender y tolerar ya que ha pasado por muchas pruebas para llegar donde está.
Durante esta etapa del viaje, se mantendrá una actitud introspectiva y silenciosa. No debe hablarse sino lo indispensable. La persona debe centrarse y no pretender demostrar nada a nadie. Observar sus emociones en todo momento y descubrir los mecanismos inconscientes que las disparan hasta llegar al dominio y control emocional, llave para el crecimiento interior.

Altiplano boliviano-Tiahuanacu-Isla del Sol-machu Pichu- Piura
Elemento aire

El elemento aire, correspondiente al aparato respiratorio, rige la imaginación y las funciones cognitivas. Durante esta etapa se trabajará la respiración consciente y se meditará para alcanzar el vacío mental. Se realizará el ejercicio de la carcajada para detener los pensamientos cada vez que surjan durante la meditación. Durante todo el viaje altiplánico la persona retornará, cada vez que se olvide de si misma, la conciencia respiratoria, sintiendo el flujo del aire por la parte superior de la nariz.
Nuestra imaginación está íntimamente ligada a las reacciones de los demás elementos. Todo lo mentado, tiende a convertirse en realidad. La limpieza de la imaginación es fundamental para alcanzar el equilibrio interior y la felicidad. El que se predispone imaginariamente a situaciones nefastas, suele vivir tales situaciones. Todo es mental. Este viaje, es una oportunidad para desterrar los pensamientos negativos y vivir el presente. No tiene sentido intentar imaginarse cosas nefastas ya que el noventa por ciento de de lo que ocurre responde a variables que desconocemos absolutamente. Por otra parte, si imaginamos cosas positivas y actuamos de acuerdo a estas ideas crearemos un futuro positivo y bueno en nuestra vida. La imaginación ligada a una emocionalidad positiva es la base de la creación mental. La imaginación es un poderoso motor emocional. Si nos adelantamos a las circunstancias e imaginamos cosas negativas generaremos toda clase de estados de angustia y stress. Por otra parte, es la imaginación descontrolada lo que nos ¨saca de quicio¨ proyectando nuestra conciencia fuera de nuestro cuerpo. Hacia el pasado, el futuro o a lugares y situaciones irreales e inexistentes. Por otra parte, debemos comprender que la imaginación consciente y controlada es la puerta de la cuarta dimensión y de la reencarnación consciente, así como la base de la certeza de la trascendencia individual.
Por otra parte, la imaginación descontrolada, está mediatizada por toda clase de fantasías impulsadas por los medios, la publicidad y la educación. Entre otras, el miedo a la muerte y la idea del mundo visible como realidad única y terminal. La idea de la existencia material como realidad forma parte de los moldes de pensamiento inculcados por la sociedad materialista que rige los destinos humanos. El que desea convertirse en hombre o mujer libre debe vencer las trampas de la imaginación y del intelecto. Cuando detenemos nuestra imaginación, descubrimos la unicidad de lo que existe y tenemos acceso a niveles de conciencia elevados.
Para culminar el trabajo sobre el elemento aire, visitaremos aquellos lugares que estimularán la imaginación hacia lo positivo, lo superior y trascendente. La Isla del Sol, Tiahuanacu, Machu Pichu, Inga Pirca. Recuerdos de un pasado remoto que nos habla del origen de las civilizaciones americanas. Empezando por Tiahuanacu y la isla del Sol, cuya tradición se pierde en la noche de los tiempos y, posiblemente, sea la reminiscencia de civilizaciones antediluvianas. Lugares elevados y de gran poder en donde las energías densas de los vicios, se disuelven. Recordemos que, los hijos energéticos del bajo astral, son húmedos. Ectoplasmas que, en las grandes alturas mueren. Si hay un lugar para culminar la limpieza de los primeros tres elementos, esas son las alturas altiplánicas. Una ves limpios los elementos de la tierra, el agua y el aire, la persona estará en capacidad para descubrir la verdadera felicidad y la libertad interior.

Loja-Inga Pirca- Chimborazo-Otavalo
Elemento fuego

El elemento fuego tiene su centro en el aparato reproductor en el hombre y la mujer. No se trata aquí del aparato para la procreación, sino para la creación de todo lo que existe. Es por medio de la sexualidad como el Dios se manifiesta en el mundo visible. El trabajo de limpieza y purificación de la energía sexual es la base para el crecimiento y para lograr las metas superiores en el arte real. Por otra parte, es con esta energía con la cual formamos nuestros cuerpos sutiles y con ello, la inmortalidad del alma humana. Todos los procesos de creación mental tienen su base en este trabajo que forma parte del círculo secreto y más interno del viaje y de todas las iniciaciones originarias en oriente y occidente. Por lo tanto, las instrucciones se recibirán de boca a oído y deben mantenerse en el más absoluto secreto ya que la sociedad profana, construida en base a toda clase de prejuicios considera el sexo como algo pecaminoso. Sin embargo, estamos hablando aquí de una energía transmutadota y reformadora, capaz de revitalizar, sanar y modificar la materia sutil del universo.
El trabajo sobre este elemento se ha realizado desde el principio. Su base es la abstinencia total de sexo durante todo el viaje y se realizará un trabajo de meditación, limpieza de este centro y de creación mental de nuestros órganos más sutiles. Durante el trabajo, los participantes, después de ser juramentados en el más absoluto secreto, tendrán oportunidad de procesar y limpiar las trancas causadas por la educación religiosa y por los prejuicios. Así mismo, tendrán la oportunidad de trabajar, con esta energía sutil, en la creación de un “egregor” consciente y superior. No se trata, por ningún motivo, de trabajos relacionados con ningún tipo de sexo explícito o pornográfico, esto hay que aclararlo, sino del manejo de la energía creadora del universo, la fuerza de la vida, manifestada en nosotros.

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